Al parecer, además de en México, esta tradición se lleva a cabo también en El Salvador, Guatemala y Panamá.
En el caso de México, la reunión se acompaña de buñuelos, ponche y piñata, pero de la site picos, representando los sietes pecados capitales que se "rompen" con los golpes de los niños, dando lugar a la "bondad" de los dulces que contiene que, en este caso, y para ser totalmente fiel a la tradición son frutas y frutos secos.
Nuestra amiga nos sorprendió con una fiesta preciosa, muy familiar y típica. En un momento de la noche nos dividimos en dos grupos, uno salió fuera del jardín y otro se quedó dentro, los de fuera nos pidieron posada a los de dentro, simulando así lo vivido por María y Jose, y todo cantado. Precioso!
Después soltamos globos de fuego aerostáticos con nuestros deseos de Navidad y encendimos vengalas. Los niños estaban felices.
Nos contaba nuestra amiga, que cada vez se hacen menos posadas…como pasa con otras tradiciones, también en otros países, la prisa de nuestras vidas y agendas ocupadas hasta arriba a veces nos impiden parar y reunirnos, celebrar, comer, recordar…
No siendo yo una persona precisamente tradicional, encuentro este tipo de celebraciones muy enriquecedoras, debemos cuidar nuestro patrimonio cultural y revivirlo, siempre que se pueda.
¡Definitivamente el año que entra habrá posada en mi casa!
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